Es difícil realizar una última entrada
en el blog para darle un cierre a la cursada de “Tecnología Educativa-2013”,
sin que sea demasiado extensa, de un recorrido que además coincidió con el CDU
2013, el Simposio Virtual de FFyB y además ahora casi se “superpone” el Curso Virtual
de Escenarios con Tecnología, entre lo real y lo posible. No creo que pueda
desarticular estos eventos a lo que se refiere estrictamente a TE2013 porque
todo queda interrelacionado. Incluso, en esta reflexión final estoy volviendo a
contenidos que vimos con Marilina en Bases Didácticas y con Gabriela en el
Bloque de Prácticas. Además incluyo fragmentos de la bibliografía.
Para mi asombro tuiteé mas que las
entradas que registré en el blog. Algo que nunca hubiera imaginado… Y aunque
sugerí en mi primer entrada de blog (por qué el mundo no necesita más bloggers)
cerrar el mismo luego de finalizar esta cursada, lo voy a dejar abierto porque
lo voy a seguir utilizando. Sin embargo, siguen siendo de mi preocupación los
aspectos ecológicos (y ahora los pedagógicos) respecto de la utilización de
TICs.
Ahora sí, una breve reflexión final:
La
incorporación de las TICs en la educación puede ser todo un reto. Un reto por intentar
“luchar” contra un sistema que no admite tan fácilmente cambios. Un reto porque
obliga a los docentes a utilizarlas y, por ende, a capacitarse para esto. Un
reto porque implica cambiar el currículo (aunque sea solo los bordes del mismo).
La
tecnología por sí misma no revoluciona la educación. Debe estar al servicio de una
propuesta de enseñanza. Necesitamos generar propuestas de enseñanza que se vean
favorecidas con el uso de TICs. Solo cuando la propuesta pedagógica y didáctica
está bien pensada y orientada, se ve como el uso de tecnología realmente está
justificado. Esto realmente se vio en las presentaciones de los proyectos de la
cursada.
Las potenciales ventajas que ofrecen las TICs sólo
lo son en la medida en la que el modelo general de aprendizaje en el que se
insertan responde a una lógica constructivista. Cuando las
TICs se incorporan al aula en un modelo transmisivo tradicional de educación, no es
esperable que se produzcan cambios sustanciales en los procesos de enseñanza y
aprendizaje.
La integración
de TICs en la enseñanza podría llegar
a suponer un cambio sustancial en los procesos intelectuales de quien los utiliza. Si bien
consideró que pueden ser aplicables a cualquier asignatura, creo que son
especialmente útiles para explicar contenidos abstractos, difíciles tanto de
explicar como muchas veces de comprender, como suele ocurrir en el campo de las
Ciencias Naturales. La representación de procesos tanto reales como
virtuales permite que el alumno acceda a un aspecto de la realidad que
habitualmente se hace difícil de aprender en la dimensión estática de los
textos escritos.
La conectividad entendida como
las posibilidades que ofrecen los entornos basados en las TICs para establecer
redes de información y comunicación con múltiples puntos de acceso, es una propiedad especialmente relevante
para el aprendizaje ya que modifica la interactividad entre el docente y los
alumnos y entre los alumnos entre sí cuando trabajan en torno a una tarea determinada.
El trabajo colaborativo se potencia
de forma totalmente nueva a partir de estas redes. Construir con
otros el conocimiento favorece el aprendizaje porque pone en marcha en el
alumno procesos de autorregulación y de regulación de los demás que conllevan
la toma de conciencia y con ello la
formalización del pensamiento. Cuando uno
aprende con otros tiene que hacer explícito su propio conocimiento para
compartirlo, tiene que argumentar, contraargumentar, coordinar perspectivas y
acciones, todo lo cual implica procesos cognitivos muy útiles para construir
conocimiento. Además el alumnos aprender a aprender, a autogestionar los
procesos de construcción del conocimiento.
La utilización de redes sociales como Twitter, Facebook, aplicaciones
que permiten compartir mensajes o archivos en forma instantánea como Whatsapp, entre
otras herramientas, podrían “acercar” a
los docentes a sus alumnos. Creo que podrían estimular a que los alumnos
nos vean como iguales, como pares, y generar en ellos la suficiente confianza
para que pregunten sus inquietudes y consulten sus dudas. Pueden tener a un
docente más cercano, más “individual” para ellos, aun en un ámbito con un
alumnado tan numeroso como puede ser el universitario.
Huertas en el CDU 2013 dijo algo así como que a
los estudiantes motivados les gusta la cercanía con el docente como fuente de
recursos. Entonces primero los motivamos formulándoles preguntas que movilicen su
curiosidad (Burbules,
conferencia en FFyB 2013), les hacemos preguntas
fascinantes que los estimulen a participar (Bain, CDU 2013). Luego nos
mantenemos en contacto con ellos a través de las redes sociales y el campus
virtual.
Además la
incorporación de TICs en el proceso de enseñanza puede representar otra puerta de acceso al conocimiento. Los
alumnos se identifican con estas propuestas tecnológicas generalmente sin
esfuerzo. Puede ser un punto en común
para las poblaciones heterogéneas de estudiantes que tenemos hoy en día. Y
puede ser que el intercambio entre pares y el trabajo colaborativo se vea
magnificado al incluir tecnologías en la enseñanza, en una sociedad cada vez más
individualista. En nuestro caso, en carreras universitarias altamente
competitivas pero que a la vez requiere de la formación de profesionales
tendientes a integrar equipos de salud.
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