Cómo enseñar logrando que el otro realmente aprenda! Parte I

Intento encontrar un modelo matemático, un teorema que nos conduzca a una fórmula, a una ecuación. Bueno, o tal vez una receta (porque nunca se me dieron bien las matemáticas). Quiero que sea la respuesta a cómo enseñar logrando que el otro realmente aprenda…

 Es más, que aprenda algo que no necesariamente le gusta, donde no hay otra motivación que la mera acreditación (ejemplo; las matemáticas y yo…) Y esta tarea ocurre en un entorno (aula, institución, etc) que no ofrece un gran número de ventajas didácticas o que la relación numérica alumnos-docentes no resulta ventajosa.

El escenario, un difícil escenario planteado para esta tarea, puede serte familiar. Pero si logramos resolver esto, resolveremos todo! Podremos hacer que TODOS APRENDAN.

A ver si esto nos conduce a encontrar esta fórmula:

Si estamos planteando este interrogante (cómo enseñar logrando que el otro realmente aprenda) estamos repensando la enseñanza. Y al recordar a Meirieu entendemos que no hay sujeto no educable, todos pueden aprender, solo hay que encontrar la forma correcta para enseñarle.

Si esto no es planteado primero no siga leyendo este blog, no es para usted (de hecho es imposible que haya llegado hasta el mismo).

Qué hacemos con los estudiantes que no están motivados??? No podemos enseñar solo para los que tiene ganas de aprender. Esta práctica es tan ridícula como avanzar rápido en una explicación y permitir que sólo aquellos estudiantes que puedan seguir nuestro “hilo de pensamientos” y explicaciones lo hagan y dejar una fila de “rezagados”. Estas carreras en las que nos desempeñamos como docentes no son carreras de tiempo!!! Y aunque en muchos aspectos institucionales parecen ser carreras de resistencia, está en nosotros cambiar esta actitud.

Los motivamos!!! Debemos estimularlo a que encuentre algo interesante en nuestra materia o tema del dia. Despertar la curiosidad puede ser lo suficientemente movilizador para lograrlo. Tal vez algo que lo vincule a la práctica profesional puede ser un buen estimulante. Saquemos al alumno del oficio de alumno!

Continuará...