Bain
propone hacerles preguntas fascinantes que los inviten a participar.
Entonces, cuáles serian esas preguntas fascinantes. Y también debemos recordar
que tras una pregunta debemos dar tiempo para la respuesta. Dentro del alumno
hay casi una lucha interna entre contestar o no. Si les damos tiempo y les
pedimos que se animen y contesten lo que les parezca, que nadie los está
evaluando, seguramente disminuiremos esa tensión. Si la respuesta fuera
tweeteable seguro obtendríamos muchas más… Eso nos lleva al siguiente punto.
Hablamos
el mismo idioma??? En el aula todos debemos ser
iguales. Los alumnos aprenden lo que les enseñamos en tanto nosotros estemos
también aprendiendo de cómo hacen ellos para hacerlo. El uso de tecnologías nos acerca a ellos, a la vez que permiten
proporcionar innovadoras herramientas didácticas para el abordaje de contenidos.
Huertas
(Juan
Antonio Huertas) en el CDU2013, dijo
que “a los estudiantes motivados les
gusta la cercanía del docente como fuente de recursos”. A ver: por un lado
ya resolvimos (creo) cómo motivar al estudiante. Ahora todos los estudiantes están
motivados. Resolvamos el problema de la
cercanía. Cercanía puede ser todo!
Cercanía
desde las redes sociales y la utilización del campus virtual,
para que los chicos sepan que nos tienen ahí, y que no solo somos sus docentes
sino sus consejeros, sus guías, aun cuando ya hayan finalizado de cursar la
materia en la que damos clases.
Cercanía desde el diseño
que tiene la distribución de los alumnos en el aula, parte
de la gestión en el aula. Desde el punto de vista edilicio de nuestra facultad
podemos encontrar una gran ventaja en los aularios nuevos y laboratorios-aula
del 2do subsuelo de FFyB, donde pueden movilizarse los bancos, sillas y
mesadas, disponiéndolos en forma de triángulo, circulo o “U”. Acercando así a
los alumnos entre sí, estimulando es intercambio entre ellos, y acercándolo físicamente”
al docente. Porque en el imaginario el docente es un semi-dios que nos
califica, hay que sentarse con ellos y estar de igual a igual. Incluso esto podría
generar un círculo “vicioso-beneficioso” en el que el alumno si anime a
preguntar!!! (Qué satisfacción! por fin uno que pregunta, después de haber
aclarado como 10 veces que no hay preguntas tontas, que lo tonto es no
preguntar para sacarse las dudas…)
continuará....
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